Lo reconozco, he descubierto El Priorat demasiado tarde; como es posible que antes no haya visitado este paraiso del vino? Gracias a Paloma hoy lo conozco un poco mejor, ella ha sido la gran anfitriona de esta segunda escapada de retiro al tranquilo Priorat. Llegar en plena vendimia y que te reciban en las bodegas más emblemáticas y con más proyección del lugar no es tarea fácil pero si lo es para una gran amiga de sus amigos como es Paloma. Sé que ayer ya te di las gracias pero lo hago de nuevo hoy y no me cansaré de hacerlo por brindarnos un fin de semana tan fantástico!
Después de los elogios quiero contagiaros del amor a primera vista que siento por esta región que tanta paz y tranquilidad transmite. Los maestros del vino te explican como se lleva a cabo todo el proceso y te quedas maravillado;puedes ver la maquinaria que usan, los laboratorios, las instalaciones pero lo más importante es el mimo y la pasión con la que todos trabajan. Que envidia! proclamamos una y otra vez durante el viaje al escuchar tal entusiasmo para explicar a lo que se dedican ! el vino se lleva en la sangre, un claro ejemplo de ello es Silvia quien nos recibió con los brazos abiertos en sus bodegas Ithaca. Ella misma nos acompañó a ver sus viñedos y nos explicó paso a paso como se consigue tener un vino tan evocador como el suyo. Silvia está en plena vendimia y es observada a diaro por su hija de tan solo 5 meses, como este bebé no podrá amar el mundo del vino?Dejamos Itacha para visita a Barth, un suizo recién llegado al Priorat pero que conoce el proceso a la perfección. Desenpolvamos nuestro francés para escucharle con atención y ver como está viviendo el contraste de pasar de la cosmopolita Ginebra a El Mas de Frares en el corazón del Priorat, un contraste que está asumiendo de forma lenta y del que no se esconde al hablar de ello. También el nos muestra sus viñedos y nos econtramos con un aterdecer perfecto en un entorno que más bien parece sacado de una película que real. Ahí os dejo una fantástica foto , con ella no hacen falta más palabras.
Es hora de volver a casa de nuestra anfitriona al Hotel Heredad Mas Collet, un lugar idóneo para dejar atrás el estrés diario y darse cuenta que la vida es bella! rodeado de viñedos y una frondosa vegetación no hay lugar mejor para sentir la paz . Esta vez hemos compartido el viaje con amigos y nos hemos reído como hacía tiempo, lo reconozco , a veces soy un poco pallasa pero que bien sienta reirse verdad?
Hoy ya me despido pero de nuevo Paloma Gracias!!!! mil y una gracias!!! nos verás pronto de nuevo por allí, eso seguro!
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